"Estando un día en la estación de metro, sentado en un banco como este, me preguntó un indigente que si se podía sentar a mi lado, y yo le dije que sí, que no me importaba. Él me respondió entonces: "No, es que a veces hay problemas, porque hay gente a la que le molesta, por el olor y tal", pero a mi me daba igual.
Total, que el hombre se sentó y me empezó a contar un poco su vida, que le prohibían entrar en las cafeterías y tal... Al final montamos juntos en el tren y me siguió contando un poco más sobre él. Me dijo que él estaba así por una depresión, porque había perdido a su familia en el 11-M, a su mujer y a su hija, además de que su mujer estaba embarazada.
Entonces, yo lo que digo es que, muchas vez veces, nos perdemos hablar con ciertas personas porque las tenemos estereotipadas y, a lo mejor, nos perdemos una historia interesante."

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